RALLY INTERNACIONAL VUELTA A SUDAMERICA. 1978
Por Virgilio Solorzano. Participante Rally Internacional Vuelta a Suramérica.
A mediados del año 1976, en la ciudad de Buenos Aires, tres reconocidas personalidades ligadas al automovilismo, Juan Manuel Fangio, Jean Pasture y Juan Manuel Bordeu, acariciaban la idea de organizar un rally, cuya característica llamara la atención al mundo rallysta; pensaron en un evento a través del continente suramericano que tendría un recorrido aproximado de 30.000 Km.
Luego de muchos estudios y evaluaciones se fijó el día 17 de agosto de 1978 como fecha para realizar tan magno evento. Unos meses después de finalizado el mundial de futbol que se celebraría también en Argentina, el evento se organizó, y para la fecha prevista se definieron 4 grupos:
A. Hasta 1300 cm3
B. De 1300 a 1600 cm3
C. De 1600 a 2000 cm3
D. Más de 2000 cm3
Estando el evento en proceso de organización, en el mes de enero de 1978 llega finalmente la noticia del rally al grupo de aficionados al automovilismo del cual yo formaba parte. Y fue así, como nos preparamos con el fin de analizar nuestra participación en el grupo B; luego de muchas reuniones acordamos crear 2 equipos integrados de la siguiente manera:
Equipo 1: Eduardo Gavorsky , Batista Orioli , Virgilio Solorzano.
Equipo 2: Jesús González , Pablo Gallo, Juan García.
Hubo un tercer equipo del estado Trujillo, conformado por los hermanos Ceballos y Douglas Gil, quienes competirían con un Fiat Mirafiori en el mismo grupo B.
Una vez definidos los 2 equipos de Aragua, acordamos adquirir en la planta de ensamblaje de la Victoria 2 Fiat Mirafiori, los cuales una vez acondicionados para la gran jornada, logramos trasladarlos al sur del continente gracias a que unos amigos de la marina mercante Chilena nos llevaran los 2 coches vía océano Pacifico hasta el Puerto de San Antonio cerca de Santiago de Chile; para luego vía terrestre hacer rodaje hasta Buenos Aires.
EL PRIMER SUSTO: Entrando a la capital Argentina, por la avenida Rivadavia, fuimos interceptados por unidades antiterroristas., motivado a que nuestros autos tenían los colores azul y blanco, igual a los de dichas unidades siendo la época del General Videla. El día anterior hubo atentados con bombas en la ciudad, por este motivo nos confundieron con terroristas y nos trasladaron al comando donde nos interrogaron durante toda la tarde, para ser luego liberados en horas de la noche.
Los días 15 y 16 fueron de parque cerrado, donde se nos asignó el Nº 203. Fue en ese momento que tuvimos la oportunidad de enterarnos de los detalles finales del evento:
- Total vehículos participantes: Sesenta y cinco.
- Total rallystas participantes 147, distribuidos en las 4 categorías.
- Y también pudimos ver por primera vez los coches de nuestros adversarios de la categoría B, participarían:
7 renault 12TS de Argentina
2 ford escort de Uruguay
4 fiat mirafiori 3 de Venezuela y 1 de Italia.
2 subaru de Ecuador y Paraguay.
UN DIA INOLVIDABLE: La noche del 17 de agosto desde la sede del Automóvil club Argentino, contando el evento con la presencia del presidente de Argentina, se procedió a la largada de los autos uno por uno. Esa imagen del túnel de gente con más de 3 Km de longitud dándonos la despedida, después de 42 años, aun no se borra de mi mente. Lo que viene no es fácil de narrar, debido a que el grupo del carro 2 (Gonzalez, Garcia y Gallo) sufrió un accidente, cuando apenas iniciaba la primera etapa del recorrido, quedando así fuera de competencia el primer día. Nosotros (carro 1), nos mantuvimos sin mayores contratiempos; sin embargo, al llegar a Asunción, una pieza componente del tren delantero se dañó, y en vista de la imposibilidad de conseguir una pieza nueva, Eduardo Gavorsky tuvo que abandonar temporalmente la competencia, tomar un avión hasta Venezuela para conseguir la pieza y luego reencontrarnos en Río de Janeiro.
A duras penas llegamos a Río completando así la 2da etapa con la pieza remendada, mientras esperábamos el repuesto que volaba con Eduardo. Y así fuimos desarrollando un plan de competencia que nos permitió arribar en el puesto cuarto en Brasilia. A partir de este punto, tuvimos una carrera muy accidentada, el carter que se encontraba protegido por una lámina metálica de 3 mm, debido a lo accidentado de la vía, tuvimos que bajarlo en 5 oportunidades para hacerle latonería.
Los amortiguadores delanteros desprendieron las bases superiores y casi perforan el capó. El eje trasero izquierdo se partió, y con mucha dificultad logramos repararlo en un campamento minero del Mato-Grosso, eso nos costó 100$ y mi reloj. Luego el eje trasero se volvió a partir cuando nos encontrábamos entre Manaos y Boa Vista, en la reserva indígena Waimiri.
En este punto a los tres nos pasó por la mente, que después de haber recorrido 10.235Kms nuestro pobre fiat nos abandonaba. Después de toda esta travesía, con mucho esfuerzo y suerte llegamos a un campamento militar donde dejamos con mucha nostalgia el auto en la reserva indígena, para luego tomar finalmente un transporte que pasaba cada 3 días por la vía, donde sentados en el piso logramos el retorno a Venezuela. Eso fue el 29 de agosto de 1978.
Haciendo una evaluación de nuestra participación, llegamos a la conclusión de haber cometido 3 errores básicos:
1.- Escoger el coche equivocado; aunque inicialmente pensamos en la adquisición de dos renault 12TS, luego nos decidimos por los fiat. Un carro mucho más frágil y delicado que los Renault. Además de ser una marca poco conocida en el continente suramericano, lo que nos impidió resolver el problema de muchos de los repuestos.
2.- Dada a la negación del apoyo del gobierno en la petición de traslado de los coches en los vuelos esporádicos de los aviones Hércules de las fuerzas aéreas, se nos dificultó la planificación de transporte a la sede principal del rally.
3. No dimensionamos la magnitud del rally, lo comparamos en su momento con el rally Caracas-Bogotá donde habíamos participado en el año 1973. ¡CRASO ERROR!
Termino esta historia recordando la experiencia inolvidable de una competencia que para muchos fue una locura.
